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Realizó exposiciones monumen-
tales -más de 200 individuales- en los
museos más importantes de Francia,
España, Italia, la ex-URSS, Polonia,
Checoslovaquia, Bulgaria, México, Cu-
ba, Colombia, Venezuela, Perú, Chile,
Argentina, etc. Pintó a grandes perso-
najes contemporáneos, escritores, ar-
tistas, políticos, estadistas. Entre ellos
se destacan Juan Ramón Jiménez,
Pablo Neruda, Juan Rulfo, Gabriela
Mistral, Fidel Castro, Benjamín Ca-
rrión, Gabriel García Márquez, Ernesto
Cardenal, Danielle y Françoise Mitte-
rrand, el Rey Juan Carlos de España,
la Princesa Carolina de Mónaco y mu-
chos otros como para llenar un libro.
Este libro, en efecto, existe. Los críti-
cos y coleccionistas, los personajes
mundiales, consideran que la fecunda
y personalísima obra de Guayasamín -
cuya identidad es universal e incon-
fundible- trascenderá porque en ella
está reflejada, con ira y con ternura, la
imagen de «el tiempo que me ha toca-
do vivir», como decía el propio Guaya-
samín en un libro editado por el Institu-
to de Cooperación Iberoamericano de
España.
A partir de 1996 inicia en Quito
su obra más importante, el espacio ar-
quitectónico denominado "La Capilla
del Hombre" como un homenaje al ser
humano, especialmente al pueblo lati-
noamericano con su sufrimiento, lu-
chas y logros, pasando por el mundo
precolombino, la conquista, la colonia y
el mestizaje.
Oswaldo Guayasamín fallece el
10 de marzo de 1999, aún sin ver
finalizada su obra máxima, cuya pri-
mera fase se inauguró en el 2002. Este
proyecto fue declarado por la
UNESCO como "prioritario para la Cul-
tura" y fue ejecutada con aportes de
entidades de Ecuador, Chile, Bolivia,
Venezuela y con la solidaridad de
artistas -cantantes y pintores- de His-
panoamérica con la donación de obras
y la realización de festivales musicales.
A lo largo de su vida viaja a
varios sitios en el mundo como China,
India, Rusia, Egipto, Grecia y toda Eu-
ropa, pero especialmente a Cuba, don-