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Su primer encuentro con la
crueldad de la vida, el azote de la vio-
lencia y la injusticia de los asesinatos,
que le llena de ira y rebeldía el cora-
zón, se plasma en el cuadro que titula
"Los Niños Muertos" que recoge la bru-
tal escena de un grupo de cadáveres
amontonados en una calle de Quito,
entre los que consta un chico de su ba-
rrio, su mejor amigo, de apellido Man-
jarrés, asesinado por una bala perdida.
Desde entonces asume una po-
sición frente a las crueldades e injus-
ticias de una sociedad que discrimina a
los pobres, a los indios, a los negros, a
los débiles. Su nombre y ascendencia
indígena, la pobreza de su infancia, el
asesinato de su amigo, la crisis ago-
biante de los años 30, la Revolución
Mexicana, la Guerra Civil española, y
todo lo que va sucediendo en el mundo
le hacen ver y sentir una realidad que
se agudiza con el paso del tiempo y
frente a la cual asume una actitud
ideológica que se refleja en su con-
cepción plástica y su actitud política.
En 1940 se gradúa de pintor y
escultor en la Escuela de Bellas Artes
y en 1942 gana sus dos primeros pre-
mios, uno, en el Salón Mariano Agui-
lera. Y el segundo, en 1956, su cuadro
“El Ataúd Blanco” gana el Gran Premio
de Pintura de la III Bienal Hispano-
Americana de Arte.
En 1957 gana también el Primer
Premio de la Bienal de Sao Paulo, y a
estos se unirían en el futuro, otros pre-
mios de reconocimiento internacional.
A su primera exposición asiste
Nelson Rockefeller, en ese entonces
encargado de Asuntos Interamericanos
del Departamento de Estado de los
Estados Unidos. Queda impresionado
con el trabajo de Guayasamín, le com-
pra 5 cuadros y poco después gestiona
una invitación para que el pintor visite
y exponga en Estados Unidos por 7
meses, tiempo que Guayasamín apro-
vecha para visitar todos los museos
posibles en el país anglosajón y cono-
cer el trabajo de artistas de nivel mun-
dial como El Greco, Goya, Velásquez,
Picasso, Renault, Orozco, entre otros.
Con el dinero ahorrado durante
ese tiempo en Estados Unidos, Os-
waldo viaja a México con el objetivo de
conocer a Orozco, a quien admiraba
profundamente. Durante su visita co-
noce también a Diego Rivera y de am-
bos aprende la técnica de pintar al
fresco. En ese viaje entabla amistad
con el poeta chileno Pablo Neruda.
En 1945 emprende un viaje des-
de México hasta la Patagonia, reco-
rriendo de pueblo en pueblo y de ciu-
dad en ciudad, haciendo apuntes y di-
bujos para la que será su primera serie
de 103 cuadros, denominada "Huacay-
ñan", que en quechua (una de las len-
guas aborígenes de Ecuador), significa
"El Camino del Llanto". Esta serie rela-
ta la miseria y sufrimiento que
Guayasamín vio en los pueblos
aborígenes de América Latina durante
ese viaje.