Previous Page  7 / 64 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 7 / 64 Next Page
Page Background

Página | 7

Además, Freud nos indica que,

así como en la histeria se observa un

ansia por estar enfermos, en la hipo-

condría se manifiesta el miedo a la en-

fermedad y la angustia está referida al

cuerpo.

La hipocondría, es decir un re-

torno de goce en el cuerpo, se la sitúa

en el marco de una estructura psicótica

de tipo paranoica.

3- por el FENÓMENO PSICO-

SOMÁTICO:

Aquí se encuentra una escritura

sobre el cuerpo, que no puede leerse,

y está en el lugar destinado al síntoma.

Leerlo implicaría encontrarle un sentí-

do y acotar el goce.

Un fenómeno psicosomático

puede aparecer tanto en las neurosis

como en las psicosis, pero con dife-

rente función. En la primera, poniendo

de manifiesto algo insoportable que

aún no pudo ser tramitado por la pala-

bra y, en las psicosis, podría tener

función de marco del nombre propio;

delimita un espacio en el mismo cuer-

po y "permite a un sujeto hacerse un

nombre sin pasar por el Nombre del

Padre"

Hay un daño observable o ve-

rificable

.

Ejemplo: úlcera gástrica, gastri-

tis, colitis ulcerosa, síndrome de colon

irritable, algunas dermatitis, algunos ti-

pos de diabetes, eczemas, psoriasis,

algún hipertiroidismo; todos aquellos

mensajes silenciosos del cuerpo.

4- por fenómenos de disolu-

ción imaginaria en la ESQUIZOFRE-

NIA, con su vivencia de cuerpo frag-

mentado, asociado al concepto de

NEOCONVERSIONES.

Con este fenómeno se ha inten-

tado hacer una oposición entre los fe-

nómenos del cuerpo en la histeria y en

las psicosis. Es una conversión que no

puede interpretarse como en la histe-

ria, quizá haya alguna otra forma de

hacerlo, que se vería en la singularidad

del caso.

En la neoconversión se trata de

fenómenos que aparecen con el cuer-

po como soporte y que constituyen un

síntoma para el sujeto, sin que haya

lesión.

"Una neoconversión puede per-

mitirle a un sujeto hacerse un cuerpo a

partir de su síntoma"

Recuerdo como ejemplo, a Se-

bastián, un paciente mío de 9 años

quien, a partir de su hepatitis pudo em-

pezar a armar su cuerpo, apoyándose