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cer momento, que consiste en la liga-
dura de estos puntos de la periferia
hasta constituir totalidades de sensa-
ciones registradas como simultáneas,
en las que el niño es pasivo respecto
del accionar materno. En este punto,
decimos que surge el Yo Placer, luego
en un tiempo lógico posterior, ocupa
un sitio activo; y al final, en el tiempo
lógico de la analidad secundaria, el
niño alcanza la representación del
cuerpo como resultado de articular las
distintas inscripciones por simulta-
neidad sobre la base de criterios
lógicos, podemos hablar del Yo Real
Definitivo.
La función que debe efectuar el
Yo
Real Primitivo
es, en principio, orien-
tarse en el ese espacio entre un a-
dentro y un afuera. Esta sería la
primera di-
ferenciación
producida
sobre la ba-
se de un
mecanismo
elemental
que es el de
la fuga. Nos
referi-mos a
un estímulo
que provie-
ne del exte-
rior, frente
al cual el yo
produce una
defensa: la
fuga, reco-
nociendo el
estímulo
como exó-
geno. Por
ejemplo, el bebé cierra los ojos ante
una luz potente, un reflejo. Aparecen
también sensaciones endógenas de
las que no se puedo fugar, por ejemplo
dolores intestinales. Considerando un
adentro y un afuera, Freud describe
una actividad sexual infantil en la que
el placer aparece ligado a la excitación
de zona oral, que acompaña a la
alimentación. El ejemplo por exce-
lencia está dado por la conducta del
chupeteo surgida por la succión. El
chupeteo es entendido como modelo
de las exteriorizaciones sexuales
infantiles, un contacto de succión
repetido rítmicamente, se trata de
chuparse los labios sin ningún fin
relacionado con la nutrición. Podemos
definir la
zona erógena
como un sector
de piel o mucosa que, al ser estimu-
lada, provoca una sensación placen-
tera de determinada cualidad. Freud
habla de la primera fase de la sexua-
lidad infantil: la
oral
. El concepto de
organización o fase, implica no sólo
una determinada zona erógena que
corresponde a una excitación y a
un placer específico, sino también
a un objeto y a un modo de
vinculación. Como dijimos, la fase
oral tiene como zona erógena la
boca. El objeto es el pecho ma-
terno, el que no es ins-
cripto como ajeno y es coincidente
con la fuente pulsional. En cuanto
a la meta de la pulsión, implica un
modo de relación con el objeto,
que es la incorporación. La fase
oral primaria corresponde al
momento de
apertura de las zonas
erógenas
. El momento de este
tiempo lógico de la sensorialidad
periférica (exterior) dará origen a la
inscripción de las primeras huellas
mnémicas. Cuando el niño se
frustra en el chupeteo, al que
alucina por ausencia del objeto (el
pecho), se da un proceso
inhibitorio de la motricidad involucrada
en ese chupeteo, a la espera del ob-
jeto.