Página | 15
cular antes de decidir cualquier tipo de
prescripción, ya que muchas veces los
síntomas pueden ser tratados de modo
no farmacológico.
Cada indicación terapéutica se
da en un contexto clínico en particular,
donde juegan actores tales como con-
dición médica general (presencia o no
de patologías previas), ambiente socio-
familiar donde el paciente desarrolla su
vida, cuestiones vinculadas a su subje-
tividad, que van desde sus experien-
cias tempranas, rasgos de carácter,
hasta posición (con prejuicios o sin
ellos) sobre el consumo de psico-
fármacos.
El viejo y sagrado precepto de la
medicina “
primun non nocere
” (prime-
ro, no dañar) toma especial relevancia
al hablar de psicofarmacología.
En cuanto al paciente, quien es
en definitiva sujeto de tratamiento,
siempre debe tener presente alguno de
estas sugerencias:
1. Controlar que todas las medicaciones
hayan sido indicadas por un profe-
sional.
2. Cada droga prescripta debe tener una
clara indicación.
3. Controlar que las dosis coincidan con
lo indicado.
4. Observar especial cuidado en ancia-
nos.
5. No automedicar ni automedicarse.