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lecta. Con este propósito, convoca a
sus vecinos, los visita, es un motivo de
encuentro y cooperación.
Otro aspecto que dice que se ha
convertido en su “trabajo”, y que la a-
compaña en su tiempo de soledad, so-
bre todo en las noches, es la escritura.
Escribe desde hace tiempo, especial-
mente poemas alusivos a la música, o
dirigidos hacia alguna persona querida.
Lo particular de ahora es que ha logra-
do instaurar un puente con una emiso-
ra de radio, a condición podemos de-
cir, de una transferencia instaurada
con el locutor de la misma. Ella envía
sus escritos, y estos son leídos en la e-
misora. Así, en las noches ella escribe,
corrige, y además escucha en la radio
su propia producción.
Podemos pensar que en estas
dos actividades, por un lado se posi-
bilita algo que es importante y necesa-
rio para ella: hacer lazo con otros.
Con las colectas, no solo hay comuni-
cación con los niños o ancianos, sino
que también, bajo esta tarea, se ha po-
sibilitado el encuentro con sus vecinos,
un motivo para visitarlos, charlar acer-
ca de sus vidas, contar su propósito o
salir con alguno de ellos los domingos
a repartir lo recogido. Ha encontrado
en ellos un eco, que es respondido por
algo distinto del silencio o del rechazo.
Con la escritura, que ha puesto
al servicio no sólo a su familia o médi-
cos, se ha logrado instalar un eco en
otros que son los oyentes, que siguen
la lectura de su obra.
Otro aspecto que en ciertos mo-
mentos la entusiasma, es un juego con
sus poemas y escritos. Transforma a-
quellas palabras que hablan de su “de-
presión profunda” o de “sus crisis”, en
algo gracioso y que le produce gran
satisfacción. Podemos pensar un juego
con la lengua misma, inventando una
nueva producción de sentido, por ho-
mofonía, burlándose de la significación
anteriormente dada.
Estuvo tocando música en con-
ciertos de la ciudad de Buenos Aires
cuando era joven. Aprendió a tocar el
piano en la infancia, acercándose a es-
te cuando su madre se asilaba y no
jugaba con ella. La música siempre ha
sido su compañía, su inspiración, su a-
mor, le permite acercarse a las perso-
nas que también conocen de ella.
Pensaba que se dedicaría a la
música, al piano, pero no lo puede sos-
tener como actividad permanente, de-
pende de las variaciones de su ener-
gía. Ahora sólo toca ocasionalmente,
en casa, para cantarle a Dios, para
darle gracias por su vida.
En otro momento intentó pintar,
pero a esta actividad rápidamente la
desestimó.
En este momento, no se siente
tan nerviosa cuando habla con la gen-
te, se puede relacionar mejor, se sien-
te más tranquila.
También apela a planear con
bastante anterioridad sus actividades a
corto y mediano plazo. Diariamente
piensa en lo que va a realizar, a dónde
va a ir, con qué dinero cuenta, esto la
tranquiliza. Así mismo, cuenta y re-
cuenta su medicación planeando hasta
cuándo le dura, siempre con la pre-
caución de que no se vaya a quedar
sin esta, por temor a descompensarse.
II.
Discusión.
De los datos podemos destacar
algunas cuestiones, que dan cuenta de
que estamos frente a una paciente psi-