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E
ntrevista a Tamara Bloch,
psicóloga, psicodramatista, postgrado
en Técnicas Corporales Terapéuticas,
actriz y autora de la obra Mis Pieles-
cuerpo.
Tamara nos abre sonriente las
puertas de su hogar, un departamento
colorido ubicado en el barrio de Caba-
llito, en donde se respira arte. Al en-
trar, uno se encuentra con un sillón co-
lorado, junto a una biblioteca pintores-
ca de color naranja, donde se lucen al-
gunos tomos de Sigmund Freud, libros
de Michel Foucault, Jean-Luc Nancy,
Gilles Deleuze y Félix Guattari, entre o-
tros; hasta uno de su propia autoría, ti-
tulado “Es que para mí no son poe-
mas”. En la pared de enfrente, un im-
ponente biombo exhibe la famosa obra
del pintor Gustav Klimt “El beso”. En u-
na esquina, un bajo se encuentra en-
chufado a un amplificador, Tamara nos
cuenta que resurgió en ella el interés
por aprender a tocar el instrumento. Un
atardecer anaranjado nos acompaña
en un balcón decorado con plantas y
flores. Le agradezco el recibirnos, ella
agradece nuestro interés en su trabajo.
Así, empieza la entrevista.
E- ¿Cómo surge el proyecto
Mis Pielescuerpo?
T – “Mis Pielescuerpo” surge de
terapia, de un par de sesiones donde
yo venía escribiendo un montón. Mi
psicólogo también es psicodramatista,
y me dijo “bueno, escribilo y ponelo en
escenas”, y en dos semanas escribí
las once escenas que tiene la obra. Así
como venía la información, agarraba
una hoja y empezaba a escribir. Así re-
sultó el texto, quedó escrita, digamos,
y después en un recital unas amigas
me dijeron “vamos a unas jornadas en
la sala para el grupo de autodefensa,
vas a hacer tu obra”. Yo les dije
“¿qué?, ¿cómo voy a hacer mi obra si
es un texto, nada más?”. Tenía un
mes, hice la apuesta y apareció ayuda
de mucha gente que de la nada venía
y decía qué sabía hacer; mucha oferta
y amorosidad en ese sentido, y de
pronto se expuso, y desde ahí no paró.
E- ¿Desde cuándo?
T- Desde septiembre del año
pasado, de 2014.